Etapa Azul

Etapa Azul
Panoramica de muelle viejo

miércoles, 18 de julio de 2007

En busca de skipe...




Si, ahora que la carga se acabó, que las cuentas están en rojo y debo...Muuucho.


Trato de comunicarme con ella.


Si ella,


Ella.


Esa musa imaginaria, que trato de identificar en mis ojos entrecerrados por el humo, que bocanada tras fumada, se me escapa en el tiempo.


Ella, la que aparece de tiempo en cuando, en mis caminatas solitarias, tras las rocas imaginarias del pueblo en sus afueras...


Y ahora despliego ante mis posibles y imaginarios lectores, adyacentes a mi blog originario, o mi diario de vida virtual un "Decálogo" de equivocaciones que son apenas descubiertas estas noches de "jolgorio" insomne... En compactas tratativas de colonizar un mar de oportunidades accesibles solo a entendidos en el tema de la "Mente"...


La música de Papa Negro, llega a mis oidos por radio Horizonte, desconocido (hasta ahora) Papa negro, con mucha técnica y mucho feeling... Pero.


Intrascendente, pués lo que quiero decír, apenas, pasa por un buen momento de lírica e inspiración...


Ella la lleva...En el lenguaje de mi hijo virtual, y de mis nietos...


Porque a estas alturas, como diría Nicanor... Es la misma Hueva""".


Y Trammmmoooommmmmmhhhuuuummmfffkkkkammmmm¿¿¿¿¿¡¡¡¡


(Eso fué la despedida de Papa Negro...)


Catedral en coma, es lo que acabo de escuchar, es el slogan de la radio ...


Ahora... Viene la propaganda...


.n.m.m.c.z.a.as.fr.t.u.i.i


Eso es propaganda...


Lo mio es la poesia:


Y como no encuentro nada en los archivos que tengo bajo el teclado... Acudo a los archivos de mi Disco duro... y encuentro el sgte:






Desierto de Atacama

Desierto de colores terrosos y calor ondulante
Cielo azul sobre colinas desnudas, arenosas
Carretera negra, alejándose recta, acuosa de espejismos
De media tarde
Ronroneo que adormece, suspiros metálicos del auto que me acerca.
Desierto mío, herido hoy por máquinas y cruzado por las almas
Que vagan con el viento frío entre cruces y adobes del pasado
Monolitos blancos, silbantes, aéreos
Recuerdos fugaces del descanso obligado
Piedra sobre piedra, equilibrándose en el tiempo
Con secreto adhesivo salobre.
Y la luz fría, como manto de la noche estrellada, quieta
Insonora, rasgada a veces, en deseos, al caer oblicuos meteoros.
Desierto inamovible, respetado ayer, también herido.
Rota su piel firme, sus cristalinas entrañas desflorada
Su riqueza diluida, en sangre aventurera
En placeres polvorientos, en quimeras de una noche

Eterno en soledades, de nómadas ilusiones.
Cual territorio inaccesible, hostil sobrevives, in conquistado.
Y hoy, ya descubierto, te burlas a mi paso. Irónico
Desafiante en tú belleza dura, misteriosa
Rico en soledad y silencios, inmateriales tesoros, eternos.
Débil yo, caminante moderno, mortal
Que en corcel metálico, raudo te atravieso
te admiro y amo, como amo la vida
porque de tu nada silenciosa, de tus cavidades salinas
de tus metálicos senos y tu cobrizo vientre, sorbo
trozos de tu historia llena y respiro
y con mi pluma escribo, con la tinta rojiza de sangre obrera masacrada
sangre también valerosa, de soldados niños muertos
en guerras dirigidas en lejanos escritorios encerados.
Con tu polvo volátil, como nube ahogo, la huella extranjera codiciosa
De tu fruto maduro milenario.
Desierto mío, como mía historia, huella invisible de suspiro alado
Solo te rozo y ya te lleno, con mi semen de palabras
Germinando silencioso, de la nada.