Etapa Azul

Etapa Azul
Panoramica de muelle viejo

jueves, 4 de junio de 2009

Leér, el escape...



Cada vez que comienzo a leér un nuevo libro o repaso alguno que me marcó o gustó , siento que comienzo una especie rara de ejercicio en busca de placer, del saber o la palabra que he buscado durante mucho tiempo que interpreta aquello que no he logrado describír... También al termino, si la calidad de lo leido o su contenido logro esa sensación que similo a la muerte y en algunos casos un orgasmo... A veces tiro el libro en un rincón , olvidando rapido y busco otro u otras letras que van llenando los vacios de la memoria u/ o descubriendo lugares, rostros, figuras y sentimientos. Voy conociendo aromas, colores y formas que voy mezclando con vivencias y recuerdos. Invento una que otra pequeña historia y me paseo en los laberintos del ego, tratando de comunicar lo vivído.

En esas excursiones intelectuales, en los paseos entre lineas en negrita en busca del sueño, el cansancio llega y adormece marcando los ciclos vitales, la noche escasea para las ansias y buscas con desesperación las respuestas .
Y las encuentro en mis rapidas visitas al counter, donde descubro las fugaces apariciones de mis lectores y instuyo que necesitan mas de lo dicho, adecuado a sus realidades.
La soledad es la clave...
En este mundo en crisis, donde el exito se mide en la cantidad de dígitos en el saldo de una Cta. o en el último modelo del auto de moda o en la cantidad de silicona distribuída en un cuerpo modelado.. Entonces un paseo por la web, consuela a algunos y a otros los aleja de sus realidades, rutinas y sobre todo de nostalgias inconfesadas...
También confieso que escribír es un escape, es la compensación a tanto pensamiento que se diluye en el tiempo, compensa también los sentimientos frustrados, contenidos. Las distancias creadas por la sociedad, la familia el dinero...
El escape, en rigor, no es la lectura, sino , lo que descubrimos al leér, lo que interpretamos o lo que nos refleja.. Al Leér podemos sentír, olér, escuchar música en silencio o pintár girasoles con trazos amarillos y matices dorados con ribetes de verde intenso emplazados en verdes campiñas recortadas en el horizonte azúl de un atardecer en Francia, podemos leér en la mirada de un anciano la sabiduría de su historia, podemos describír un rostro ajado y curtido por el sol nortino y en sus ojos ver el reflejo de la riqueza excavada y dilapidada por políticos inescrupulosos y comerciantes de la usura humana.. Podemos también ver el rostro de la hija ausente en un simple posteo en facebook o leér el subtitulo de la obra soñada, donde actúa la muchacha de los largos rizos con el misterio que te lleva al pasado juveníl de un pequeño teatro en Valparaiso o Nueva York...
Seguiremos conectados...