Etapa Azul

Etapa Azul
Panoramica de muelle viejo

sábado, 20 de noviembre de 2010

Playa Ancha, pag.33

Hoja 33, Valparaíso, Marzo 1972”

Playa Ancha, su primer destino el primer fin de semana de Marzo, encumbrándose hasta Pacifico en la micro verde oscura con el letrero H, baja luego las escalinatas hasta topar con Caupolicán al final , como en una especie de hendidura de la quebrada, con casitas multicolores colgando del cerro, caminando llega hasta la casa esquina azul, allí termina la calle y comienza su aventura, mejor dicho la lucha para vencer la timidez del saludo forzado, el continuo repasar del saludo , el hola¡ ¿Cómo estás??.. Sin embargo se detiene a metros de llegar buscando en sus bolsillos el papel arrugado con la dirección, duda, da vueltas y vueltas en la esquina sin atreverse a dar el paso hacia el re encuentro.

Terminado el verano, el contacto fue escaso y difícil, los teléfonos de la época, caros y controlados, las mesadas mermadas por los gastos del inicio escolar, el último año de secundaria pesaba, su madre nunca supo el destino de esos viajes, solía salir temprano hacia el terminal de buses a la costa y su equipaje era mínimo, solo lo puesto, y un morral de esos que vendían en San Bernardo en la tienda de rezagos del ejercito, verde militar, pantalones fontana apretados una polera teñida en el fogón de la tía Sara con las famosas Mont Blanc, sus zapatos de gamuza y suela crepé.. Algo de abrigo y ya..

Otra vuelta mas en torno al poste de la esquina y da el paso, camina decidido hasta la puerta café de la casa azul de cortinas blancas, la puerta justo en frente…Golpea suave, con nerviosa impaciencia.

Los segundos previos a enfrentar el rostro luminoso y la mirada profunda de su amada parecieron horas, como las horas de regreso en el último bus de recorrido hacia Santiago.. Y Está frente a el con una sonrisa que interpreta ahora con el tiempo, de nervios e impaciencia, que ni los años han dejado de parecerle hermosa.

Con torpeza extiende la mano y siente la suya , el “Hola Emilio¡” lo escucha como entre una indefinible sensación de alegría, instantánea “ Hola” escucha desde sus adentros, pero no habla, solo la observa unos instantes y luego la cercanía del beso tímido beso,

“Hola”, se escucha decir y se da cuenta que otras miradas están tras el saludo.

“”Adelante, pasa..””

Instintivamente da un paso hacia adelante, cálculo exacto del escalón de entrada y ya está en ese hogar lleno de recuerdos, fotos, colores y muebles de añosa apariencia, enormes muebles de familia, sillones amplios y bien cuidados, una mesa familiar de las antiguas, de familia numerosa. Cuadros color sepia de algún pariente lejano y también recuerdos marineros.

“Mamá, el es Emilio…”

“Mucho gusto, adelante”, miradas inquisidoras, la sonrisa de Mónica lo distrae, “Hola, y “Como estás”..los saludos formales.. “Toma asiento.-“

Fue un comienzo raro, diferente, algo que hasta hoy no logra entender, mejor dicho no ha querido asumir .

El amor busca sus propios caminos, pone sus reglas, las impone y llegado el momento pasa la cuenta.

Playa Ancha fue el escenario de un acto teatral que aún está vigente, que vive en los actores el día a día con diferentes sensaciones y resultados, los años hacen que esos actos vivenciales se valoricen como se valorizan tesoros materiales pero que siguen siendo actos teatrales en una vida paralela que no deja que el telón caiga.

Frente a esos rostros que con el tiempo se diseminan en sonrisas forzadas, en miradas que hoy parecen de dudas, en risas contenidas, frente a la formalidad y la copiosa once, endulzada con galletas y queques caseros de mamá y la prisa por escapar hacia la despedida calle abajo, hasta el alero de la siguiente esquina de bajada hacia el plan, para suspirar mirándose a los ojos, tratando de descubrir esos sentimiento que nacían pero que por cobardía no lograban expresar, pasó esa primera vez.

Nunca miró hacia atrás, siempre fijaba la vista al piso temiendo recordar en el futuro esa despedida.

Creo que fue el único acto verdadero, creo que no actuó, creo que esa tarde marcó la vida presente.

“Y bailaste sola, como esa vez en la sala junto a La Sebastiana, la casa del vate del que renegué una vez, que desmitifiqué poco antes de su muerte al conocerlo en Isla Negra el 73”, arrastrándose entre los pitósporos de su casa en busca de la botella de wisky, la que escondía de Matilde, la que solo el concretero Reyes sabía que estaría. La que robamos esa noche de Agosto sin que el pudiese encontrarla.. Le hicimos un favor creo, y Reyes decía, lo cagamos”.. Reflexionaba mientras ojeaba el viejo manuscrito.

Meses después Neruda muere de causas naturales y de pena por el golpe..

“Nunca mas vi a Reyes después de ese Septiembre 11, pero el estaba convencido que la dolencia de su “primo” como le llamaba, sufría de cirrosis…” Musita al pasar a la página siguiente.

“Bailaste sola y solo entre asientos vacios a mis lados te miré absorto en tú baile inspirado en la canción de Sting, Te esperé a la salida y el regreso fue corto de la mano a escondidas. Triste, y largo el viaje en bus de regreso a casa.. Pasó el tiempo y aún seguía actuando y aún seguías actuando. “ se leía en letras negras en la página abierta de otro capitulo y otra fecha futura.

Un largo silencio pesaba en el lugar, los libros arrumbados en la vieja librería de barrio, el desorden propio de quien ya no le es importante, la libertad de no esconder los textos prohibidos flotaba en ese ambiente de altas paredes y colores ocres.

Cada cierto tiempo una carta, otras veces un llamado.

El viaje de Mónica a Francia, la despedida del Charlie a las afueras del regimiento, su ida al sur obligada, la separación.

Sus vidas siguieron distintos caminos, el golpe militar cambió todo, su padre se exilió como muchos y los que quedaron vivieron las peripecias del Chile de esos años…

Con el tiempo el olvido fue llegando y nuevos personajes de teatro llenaron los espacios vacios, sus vidas tomaron rumbos diferentes, los estudios, el arte, la Universidad, el exilio…

Nuevos amores, nuevos rostros, cambios físicos, descubrimientos. Nuevos mundos que siendo paralelos fueron también encadenados por pequeños eslabones formados por inmateriales y fugaces recuerdos.

Ahora piensa que en ese tiempo de búsqueda estuvo siempre equivocado, que fue un mentiroso con sus sentimientos, un farsante incapaz de enfrentar sus propios fantasmas. Siguió siendo un mal actor, porque no logró olvidarla. Ahora juega con el espacio-tiempo y la recurrencia de los recuerdos.

La oportunidad vino con esa llamada que no contestó, que un personaje inesperado e inocente aparecería en escena (Su padre). La vanidad lo traicionó. Esa llamada marcó el destino.

Muy tarde, poco antes de la muerte de su padre lo comprendió, dejó de actuar, el dolor fue mayor, hasta hoy se siente arrepentido.

Ahora entiende el porqué de Flor sú hija amada, la hija soñada, la ciudad encantada, Europa y la libertad…

Arrepentimiento es la definición exacta a ese recuerdo forzado que muestran estos escritos casi incomprensibles, de letras apresuradas, de locas y fantasiosas frases que lee el joven de mochila gris, mientras sus dedos pugnan por dar con el teclado y la palabra correcta, que sin embargo sabe que interpretan un rol principal .Deja escurrir una lágrima no forzada. Está en sus genes y en su memoria viva, por no ser el personaje que debió ser.

Hoja 41, Viña del Mar, Verano del 81”

La tienda de la calle Valparaíso, en Viña, a ratos llena de gente, otras semi vacía, los productos de invierno no se venden en verano y jugaba con la moda, vendiendo lo que se vendiese, a sus 23 se sentía triunfador, ganaba dinero, estaba casado con Wanda, una chica de salud quebrantada, pero abnegada dueña de casa, se había enamorado de su fragilidad, de sus ojos verdes y sobre todo de su sumisa actitud frente al matrimonio, “creo que solo quería escapar de un padre abusador y machista,” divaga. Se casaron contra viento y marea, su vida había pasado de un continuo ir y venir, de viajes al extranjero, de trabajos esporádicos y una pasada por un banco, lo que le hizo aventurarse en el matrimonio, ambos necesitaban la distancia de sus hogares, se enamoraron, huyeron de la soledad…Ahora tenían dinero, status, un cómodo departamento cercano, un buen vivir…

La tienda ese día tenía algo especial, estaba el solo atendiendo, las ventas subían y de pronto una figura conocida frente a el, una clienta mas pensó, “una mamá en busca de algún regalo,” seguía pensando, pero al mirar su rostro inconfundible solo atinó a decir “hola” y quedaron mudos.. Estaban frente a frente de nuevo. La conversación no la recuerdan, pudo ser cualquier tontera, que ¿Cómo has estado?, que ¡Que es de tú vida??, etc.. pero sus miradas fueron las que hablaron.. “Pronto nos vemos” dijo al despedirse…

Otro error, nuevamente el destino les jugaba otra mala pasada, el espacio-tiempo, las in coincidencias. Los avatares , el famoso destino..

Hoja 47, Viña del Mar, Un día x de fin del 81”

Risas, un traguito, la mesa dispuesta para el juego de cartas en el depto. De calle Montaña, Wanda de un lado a otro sirviendo las copas, Jimmy el Dr. animoso mirando su juego ganador, el hurgando con sus pies bajo la mesa buscando las piernas de Angela, ella cómplice, inmóvil y sonriente, mas bella que nunca con su quinto mes de embarazo, ganando esa mano del juego y riendo…Wanda no sospecha.

Son un grupo de amigos..

Hoja 52, En casa de Angela, solos.

Una planta de regalo, un motivo inocente.. Luego el abrazo fuerte, el beso deseado, la complicidad, la caricia tierna, piel y piel ansiosa.. Después planificar, aún no es el momento, la espera forzada, la despedida furtiva.

Hoja 53, Un Lugar de Santiago.

El re encuentro, intenso, pasional, pero inocuo, solo planificaron el estar juntos lejos, en Santiago, la capital del ruido, el lugar donde todo es posible e imposible a la vez..Pronto ella debe hacer los exámenes de su futuro parto, el cuando, el como el donde, etc..La oportunidad de estar juntos llegó mágica en las alturas de un depto. Prestado, que importaron los vecinos, que importaron las fechas, que importo el mundo, si por fin todo lo que jamás sucedió, sucede… Una jugarreta mas del espacio-tiempo, del destino.

El regreso solitario, cada uno a sus mundos, con el sabor dulce del éxtasis, del placer de la copula perfecta, del clímax soñado y la ironía de la separación forzada y la mentira obligada.

Después la poesía, la musa preferida, pero el amor imposible.

Hoja 62, Viña del Mar, En el Hostal..

La oscuridad y las altas y deprimentes paredes del hostal, la llegada tardía, el cansancio de casi una semana de mantener el clandestino refugio, habían dejado atrás todo, estaban en “pecado”, huyendo de sus realidades, lo único valido era Flo, pequeña criatura que pronto nacería lejos de su padre, la cobardía aumentaba ante esa realidad, la cordura vino de pronto con un llanto seco, sin lagrimas. Fueron realistas y el un cobarde…Fue su última noche juntos.

Un espacio en blanco largo en el cuadernillo, un par de poesías, otras medio borrosas escrituras, sin duda etílicos escritos..

La voz del anciano de chaqueta a cuadros se escucha en la cuasi penumbra de la librería diciendo amable,

“Ya joven, tengo que cerrar”…”Venga otro día””

Responde con un “Gracias, podría sacar copias del cuaderno, fotocopias quiero decir..??”

Un silencio y la respuesta del anciano : “Si joven, se las tendré, pero debo pagar por ellas, le saldrá caro”, dice mirando el aspecto del joven, de mochila y pelo corto, los ojos verdosos del muchacho brillan al escucharlo, parecen hablar ,agradecido…

“Nos veremos la próxima semana, hasta pronto” dice despidiéndose.

La noche y el tráfico le golpean el rostro al salir de la librería, camina sonriente hacia la parada del autobús H que lo llevará a Playa Ancha.

¡Que historia!! Exclama en voz alta, buscando un cigarrillo en sus bolsillos.

Continuará

La Caida, parte 2


Por esas Confabulaciones cosmicas (o cómicas), publiqué en otro de mis blog la continuación de "La Caida", espero la disfruten en : http://fishflounder.blogspot.com
En realidad, este es un apéndice de Pescador y poeta, espero lo disfruten.
Un abrazo.-

lunes, 8 de noviembre de 2010

Ñague, La caida



Fragmento de Latitud 32°, Ñagué.

La Caída:

La bajada está un poco barrosa en la curva del chivato, el pie derecho ajusta preciso a la hendidura de la roca grisácea de tonos verdosos sin rasgos de algún mineral, el siguiente paso es inseguro , resbala levemente pero su instinto natural de montañés hace que la maniobra resulte cuasi cómica. Retoma la bajada un poco mas holgado esta vez dirigiéndose hacia el Sur, natural camino de la caracolean te bajada a Ñague, un nuevo giro a la derecha y ya siente los aromas del mar, entremezclados con la hierba buena, la humedad de la huella mil veces pisoteada marca el rumbo instintivo. Las Nalcas rozan sus nudillos al sostener la caña DAM, que lleva armada y lista para poner el sedal y la carnada, la impaciencia y la ansiedad mezcladas con el silencio previo a la suave arena de la playa son el preámbulo de un día de pesca.

El cielo azul es la primera imagen al abrir sus ojos, le cuesta parpadear sin sentir un fuerte dolor en la espalda, por momentos entrecierra los ojos y siente que esta en un lugar distinto, no su cama tamaño King ni el césped donde descansa cada cierto tiempo en sus idas de pesca. El dolor se acrecienta y trata de incorporarse, el movimiento lo interrumpe por el dolor y se da cuenta que su mirada al cielo está semi teñida de rojo oscuro, pareciera ser que soñara, sin embargo el dolor que siente en la espalda y ahora agudamente en su muñeca derecha le hace comprender que esta en aprietos.

La oscuridad es total , en su semiinconsciencia trata de moverse, miles de pensamientos pasan sin un rumbo fijo, la casa, el auto estacionado en la carretera, el desayuno a medias lo siente a punto del vomito, ,mueve los dedos en la bota de pesca, se tranquilizo pensando que el fuerte dolor en la espalda no tiene que ver con sui columna, el brazo izquierdo despierta de a poco aplastado por parte de la espalda. De algún modo en la inconsciencia se siento cómodo, las nalcas rozan el rostro produciéndole cosquillas y también un ligero dolor del colgajo de la herida en la frente que casi tapa su ojo izquierdo…El dolor se acrecienta y sale del sueño , se da cuenta de la caída.

“Ahora si que estoy fregado”—Se le escucha murmurar entre quejidos inaudibles, se desdobla, desde el interior mientras sus dientes se clavan en sus labios, reacción instintiva al dolor, Ahora se ve desde arriba, como en panorámica, hace un zoom mental y ve un cuerpo retorcido, grotesco entre la hierba buena y las nalcas, está inmóvil, solo y sin fuerzas. “¿es la muerte? ¿Agonizo?..¿Que onda pasa??. Luego oscuridad.

Pierde la noción del tiempo y el objetivo del paseo de pesca, lucha por su vida.

Las nubes pasan en el cielo azul, lentas de caprichosas formas, ¿strato-cumulos?, o quizás estelas de algún jet ..Se da cuenta que el desmayo es lo mas parecido a morir, que el dolor es vida y que piensa, señal inequívoca, quizás agoniza pero aún está lúcido, “estoy vivo¡¡” grita sin escuchar sonidos, grita y grita y solo se escucha el sonido del mar y de la brisa que mece las nalcas.

Poco a poco el dolor intenso pasa a ser una molestia pesada cercana a los riñones y el coxis, el dolor de la muñeca rota es lo peor y intenta incorporarse, las piernas ya tienen movilidad, saca el brazo izquierdo de su espalda y un intenso dolor en el codo lo hace gritar “Mierdaass¡¡¡”. Esta vez se escucha el grito que retumba en la quebrada hasta que el eco se pierde entre los matorrales. Apoya el codo derecho en el mullido colchón de pasto y la muñeca rota pende crispada hacia abajo, aún sostiene parte del mango de la caña de pescar rota en tres partes, el carrete resistió el golpe pero parece bloqueado

por pasto y tierra al arrastrarse. Se incorpora y queda sentado, mareado aún , ya con la sangre seca sobre las cejas y el bigote. El bolso de pesca esta a un par de metros sobre un arbusto como dejado cuidadosamente colgado, vacio se mece con el viento, es lo único que logra ver antes de caer de espaldas convulso , la oscuridad ahora es total, el dolor desaparece, el cuerpo convulsiona pero el no siente nada, parece dormir inquieto, o soñar una pesadilla oscura sin imágenes, indolora, ausente..Pronto es solo un cuerpo cada vez mas frío, las estrellas comienzan a iluminar la noche sin luna de Ñague.

“Debe haber estado muy buena la pesca o quizás quedó en pana”…Reflexiona intranquila la mujer de cabello largo frente a la TV, “hace rato que debió llegar” y el maldito celular que no contesta..

Nota que las nalcas habituales están cada vez mas altas, piensa que el invierno fue bueno, las hojas anchas le impiden ver el sendero y la playa, giro mi vista hacia arriba y el sendero por el que bajaba no lo encuentro, debe ser la posición , piensa, “lo extraño es que veo muy tupida la vegetación”, ¿Dónde estoy?..¿Este es el infierno o el paraíso?? Divaga como si estuviese en algo parecido a un bosque sureño, distingue boldos y también los típicos troncos blanquecinos y manchados de los quillayes unos metros hacia arriba

No intenta moverse aún, pues siente un fuerte dolor de cabeza, “la experiencia me dice que puedo estar con algún trauma,” reflexiona al recordar la caída de hace años en Portillo, esa vez la “sacó barata”, según la familia .

Las nubes siguen pasando y esta vez se tornan oscuras, amenazantes de lluvia, da la sensación de que el tiempo fuese mas rápido, se reclina y acomoda la cabeza en el mullido pasto y cierra los ojos, esta vez duerme, su cuerpo está tibio a pesar de la noche…Vive.

La mujer inquieta en casa, mira el celular fijamente, hace rato que no recibe llamadas, debe ser mas de las 3 de la mañana, la ciudad está en silencio, los escasos transeúntes caminan , otros automóviles circulan por la avda. principal de vez en cuando, algún ladrido aumenta la tensión, pero nada, el celular está callado y ella sigue inquieta.” Esta no se la perdono” y busca otra señal, una película en el movie, “quizás pueda dormir algo”, y acciona el control, ¿Por qué no me avisaste¡¡? Y una lagrima escurre de su rostro.

“Ese día la pesca fue regular, el David logró pescar un lenguado mediano y para variar yo he sacado uno bonito de casi un kilo entre las rocas del fondo, después al regreso, en el último tiro con mi última armada un pique y la suerte de otro mediano, tiraba mas que el grande que logre en las rocas, linda pesca…”

Una sensación de humedad y luego la lluvia fuerte lo despierta..Estaba soñando.

Todo se hace mas claro a pesar de las nubes negras y la lluvia, esta herido y abandonado, se ha hecho tarde, no puede pararse su muñeca pende adolorida e inútil a su lado, con la mano izquierda acerca una hoja de nalca que hace las veces de paraguas, el traje de goma lo protege pero empieza a sentir frio y hambre, si no logra salir de allí pronto y volver al auto se quedara aislado. Recuerda el celular que lleva en el bolsillo de la camisa, intenta sacarlo con su mano izquierda, lo logra pero no hay señal, ve la hora, son casi las 7 en el celu pero aún está oscuro.. La lluvia sigue y ha logrado de apoco recoger la pierna izquierda, el dolor que siente en la espalda ha disminuido y ya no brota sangre de la frente, asume que será imposible subir los 300 mts hasta el auto. No es la primera vez que se ve obligado a amanecer en un lugar inhóspito y herido, cuando joven subía cerros y me vio varias veces obligado a permanecer en la cordillera en peores condiciones, estaré bien, piensa.. Ojalá que en casa se acuerden y se preocupen .”..Difícil, muchas veces salí y no volvía en un par de dias cuando la pesca estaba buena o la nieve no me dejaba bajar…”, Habla solo, quizás delira.-

El amanecer llega lento entre las nalcas de Ñague, poco a poco las imágenes comienzan a aparecer , la hierba buena cubierta de rocío, el sonido del mar de la marea baja, el frio de la 7,30 acompaña la salida del sol después de la noche de lluvia, el dolor del herido es apenas un recuerdo lejano de esa tarde de terror, cuando la muerte rondó al pescador, ahora el sufrimiento no es físico, es desconcierto, es incertidumbre…Está en Ñague, pero...

¿Esto es realmente Ñagué?...

Continuará..

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Insomnio de primavera

Siente sed, hace rato que apagó la luz de la mesita de noche, el cuerpo tibio a su lado acompasa el respirar, mientras su mirada fija en la oscuridad busca un punto imaginario en el cielo de la habitación, su mirada traspasa la oscuridad y imagina el cielo estrellado, la brisa meciendo las hojas del peral brotando verdosas, tímidas esa primavera. Su respirar se confunde con los recuerdos cercanos, no puede dormir, fue intenso. Esa tarde, la bucólica paz de su barrio se vió interrumpida por las sirenas, no las marinas que
pululan en rededor del muelle viejo, las sirenas de alarma de la única ambulancia disponible a las 7 de la tarde, buscando un posible accidente, frecuente en esa época del año, cuando los viajeros inician sus vacaciones del aniversario de esa patria, los habitantes del pequeño pueblo, ajenos a la vorágine capitalina, ven con ansiedad el paso de los turistas hacia lugares mejor dotados, a playas menos concurridas, buscan la paz del sur o del norte. El pueblo está equidistante, ni muy lejos ni muy cerca de todo, por eso cuando la primavera llega, la atención se acerca a la vieja estación de trenes que cambia sus habituales trenes de carga por los comodos autocarriles de clase pullman de la nueva agencia de turismo y los recorridos del "longino" se hacen diarios, desde donde bajan los turistas de shorts y camisas floreadas de moda en este tiempo, cargando maletas, quitasoles y niños gritones que se desperdigan hacia la playa cercana en busca del chapoteo de las olas... Hace rato que intenta dormir, pero el recuerdo de la joven amada, de los besos que recorrieron su cuerpo desaforadamente, con el ansia de despertar esa piel que ahora tibia reposa mirando la oscuridad, traspasando la oscuridad, sintiendo nada mas que primavera ausente, insomnio le llaman y el divaga con "¿Estaré volviendo a ser joven?"... Los besos de la joven hicieron que la escena patética de estar de pie en el centro de la oficina del 7mo. piso, con las persianas a medio abrír y el teléfono descolgado, no lo fuesen... Mas pareció una escena de amor entre dos amantes , una escena de algún film de los 90", donde la censura no existió...Los labios de la mujer, humedos, ansiosos, recorrieron con suavidad el cuello, bajando dejando una estela de saliva en los bellos blanquecinos del pecho, buscando la línea oscura hacia el ombligo... Las manos corretearon hacia el cinturon y con movimientos instinstivos soltaron la hebilla de bronce del cinturón, luego el zipper baja dejando la tensión libre... Mientras recuerda con la mirada al cielo oscuro y instintivamente acerca su pierna a su mujer dormida, no puede evitar un suspiro.
¿Estás desvelado?, se escucha en la habitación en la voz de la mujer del personaje insomne..Imita un ronquido acompañado de un refunfuño que con un giro hacia la izquierda marca su posición en el lecho compartido hace años, estira su mano hacia la mesita y palpa en busca del vaso de agua que aliviara la sed que siente después del intento vano de dormir y dejar de pensar en el suceso que ha cambiado su vida, su ego, su "dormida piel marchita", frase de un poema escrito en su juventud y que calza perfecto a esa hora nocturna, primaveral y tardía..
No responde, simula estar dormido y el silencio vuelve a rondar el acompasado ritmo del respirar de los personajes de esta historia.
¿ Estas dormida??, susurra, después de sorber un trago de agua, ¿Quieres conversar?.. Insinua, con poca convicción.. El silencio le responde y acomoda con suavidad su cuerpo entre las cobijas para intentar no despertarla. "En fín," piensa, "a esta hora conversar no vale la pena"...
Cierra los ojos, ahora la oscuridad es total, duerme.



lunes, 1 de noviembre de 2010

Echaurren a las 4,14 AM

Son las 4,14 am, es el tercer cigarrillo fumado a oscuras en las escaleras de escape del edificio donde habita, a oscuras palpando los fríos peldaños de cemento en bruto, los sonidos del edificio le resultan conocidos, alguna puerta que se entreabre, las aguas de los ductos de alcantarillas corren de vez en cuando desde sinnúmeros pisos hacia las cloacas de la calle Echaurren. No siente frio, pero los rasquidos le hacen convulsionar a cada instante, la alergia provocada por algún hongo primaveral le quita el escaso sueño. Divaga entre cual o que corte de pelo se hará en alguna hora de la mañana siguiente, lo mas rapado posible y no lo suficiente para parecer con algún tipo de cáncer o skinhead cincuentón..Los ronquidos de su madre en el cuarto contiguo le dan cierta tranquilidad, al menos el clonex hace su efecto, del somnífero del servicio público terminado en pam, nada aún.

La palabra que busca para definir ese estado va entre locura y enfermedad terminal, ninguna se ajusta a su estado de de animo que le hace detenerse a cada instante para pensar en soluciones a la picazón, angustia y formas de salir de ese cuarto pequeño lleno de sus propios olores del día, falta mucho aún para acudir a la ducha y lavar con el champú de 7 lucas para su pelo cano, receta de la jovencita de la cruz blanca para aliviar la picazón que arrastra por casi un mes.. Creo que algún bicho extranjero me agarré en ese hostal de La Serena, piensa, hostal barato, de 8 lucas con un poco de confort..- Frecuentado por españoles y argentinos..El desayuno esa vez fue conversado, intrascendente entre acentos con muchas zetas y el tratando de demostrar que su chilito es lo mejor…

Vuelve la picazón, esta vez en sus brazos, ya sangra una costra recién sacada pero evita manchar la manga del pijama y las escalas de cemento.

Ha tomado hace un instante otra pastilla, con la certeza de que pronto estará durmiendo forzado, pero sabe también que de mala gana tendrá que preparar las “tostadas con te con leche de mamá “ antes de las 8, cambiar su parche de la espalda y dar la mitad del minimax matutino..Eso si a medianoche recién dormido, escuchará el llamado para que le acerque la bacinica y la ayude a orinar no lo despierte nuevamente.

Se le olvidan las cosas, ayer a su llegada forzada, después de la llamada del mediodías preguntando el nombre de la calle del nuevo departamento, viajó apresurado.. La encontró viendo tele el living nuevo, con su chal de colores en las piernas y con actitud de reproche.. ¡Donde dejaste mi carnet, tuve que sacar otro…Mamá está en el velador, responde. Mientras va por el…

Ya está decidido, se cortará el pelo a lo mohicano, dejará a lo colegial un mechón en el frente y sacará sus patillas y todo el resto, “me será mas fácil poner la crema dérmica y rascarme con libertad—“ piensa y refunfuña entre labios.

Su mujer cuando lo vea se caerá de espaldas, pero no la verá en mucho tiempo. Quizás nunca mas.. Esta cada vez mas distante—Quizás nunca mas.. “ Estamos cada vez mas distantes—Debe ser el stress de los 27 años juntos..” se escucha su voz clara en la oscuridad del pasillo.

“Ya no quiero que veas mi lipoma con ojos de preocupación, además será conveniente un desenlace pronto antes de que salgan los resultados de los juicios..” Reflexiona y bosteza, justo antes de dormir.

Esas son otras historias que continuaran mañana, o en cualquier momento.. El clonaxepam hace efecto.. y son casi las 5 ..

Apagó el cigarrillo en el resquicio de la escala, sacó la cuña que ilumina tenuemente las escaleras de cemento y vuelve a la modernidad del depto. nuevo.. Al fondo la lucecita del velador de mamá aún está encendida.. Camina en silencio hasta su lado, la observa, siente su jadear asmático, acerca el celular a su mano y la agenda la cierra en la letra M…

Recorre los 5 pasos a la pieza contigua, enciende el computador y programa la >TV on line..Cierra un poco la ventana , el frio ya comienza a llegar a las sabanas..Apaga la luz y queda iluminado con la película de turno…

Amanece.. apaga la PC, cruza hacia el baño al frente y mira sus ojeras…”Hoy me corto el pelo..” piensa.