Etapa Azul

Etapa Azul
Panoramica de muelle viejo

sábado, 20 de noviembre de 2010

Playa Ancha, pag.33

Hoja 33, Valparaíso, Marzo 1972”

Playa Ancha, su primer destino el primer fin de semana de Marzo, encumbrándose hasta Pacifico en la micro verde oscura con el letrero H, baja luego las escalinatas hasta topar con Caupolicán al final , como en una especie de hendidura de la quebrada, con casitas multicolores colgando del cerro, caminando llega hasta la casa esquina azul, allí termina la calle y comienza su aventura, mejor dicho la lucha para vencer la timidez del saludo forzado, el continuo repasar del saludo , el hola¡ ¿Cómo estás??.. Sin embargo se detiene a metros de llegar buscando en sus bolsillos el papel arrugado con la dirección, duda, da vueltas y vueltas en la esquina sin atreverse a dar el paso hacia el re encuentro.

Terminado el verano, el contacto fue escaso y difícil, los teléfonos de la época, caros y controlados, las mesadas mermadas por los gastos del inicio escolar, el último año de secundaria pesaba, su madre nunca supo el destino de esos viajes, solía salir temprano hacia el terminal de buses a la costa y su equipaje era mínimo, solo lo puesto, y un morral de esos que vendían en San Bernardo en la tienda de rezagos del ejercito, verde militar, pantalones fontana apretados una polera teñida en el fogón de la tía Sara con las famosas Mont Blanc, sus zapatos de gamuza y suela crepé.. Algo de abrigo y ya..

Otra vuelta mas en torno al poste de la esquina y da el paso, camina decidido hasta la puerta café de la casa azul de cortinas blancas, la puerta justo en frente…Golpea suave, con nerviosa impaciencia.

Los segundos previos a enfrentar el rostro luminoso y la mirada profunda de su amada parecieron horas, como las horas de regreso en el último bus de recorrido hacia Santiago.. Y Está frente a el con una sonrisa que interpreta ahora con el tiempo, de nervios e impaciencia, que ni los años han dejado de parecerle hermosa.

Con torpeza extiende la mano y siente la suya , el “Hola Emilio¡” lo escucha como entre una indefinible sensación de alegría, instantánea “ Hola” escucha desde sus adentros, pero no habla, solo la observa unos instantes y luego la cercanía del beso tímido beso,

“Hola”, se escucha decir y se da cuenta que otras miradas están tras el saludo.

“”Adelante, pasa..””

Instintivamente da un paso hacia adelante, cálculo exacto del escalón de entrada y ya está en ese hogar lleno de recuerdos, fotos, colores y muebles de añosa apariencia, enormes muebles de familia, sillones amplios y bien cuidados, una mesa familiar de las antiguas, de familia numerosa. Cuadros color sepia de algún pariente lejano y también recuerdos marineros.

“Mamá, el es Emilio…”

“Mucho gusto, adelante”, miradas inquisidoras, la sonrisa de Mónica lo distrae, “Hola, y “Como estás”..los saludos formales.. “Toma asiento.-“

Fue un comienzo raro, diferente, algo que hasta hoy no logra entender, mejor dicho no ha querido asumir .

El amor busca sus propios caminos, pone sus reglas, las impone y llegado el momento pasa la cuenta.

Playa Ancha fue el escenario de un acto teatral que aún está vigente, que vive en los actores el día a día con diferentes sensaciones y resultados, los años hacen que esos actos vivenciales se valoricen como se valorizan tesoros materiales pero que siguen siendo actos teatrales en una vida paralela que no deja que el telón caiga.

Frente a esos rostros que con el tiempo se diseminan en sonrisas forzadas, en miradas que hoy parecen de dudas, en risas contenidas, frente a la formalidad y la copiosa once, endulzada con galletas y queques caseros de mamá y la prisa por escapar hacia la despedida calle abajo, hasta el alero de la siguiente esquina de bajada hacia el plan, para suspirar mirándose a los ojos, tratando de descubrir esos sentimiento que nacían pero que por cobardía no lograban expresar, pasó esa primera vez.

Nunca miró hacia atrás, siempre fijaba la vista al piso temiendo recordar en el futuro esa despedida.

Creo que fue el único acto verdadero, creo que no actuó, creo que esa tarde marcó la vida presente.

“Y bailaste sola, como esa vez en la sala junto a La Sebastiana, la casa del vate del que renegué una vez, que desmitifiqué poco antes de su muerte al conocerlo en Isla Negra el 73”, arrastrándose entre los pitósporos de su casa en busca de la botella de wisky, la que escondía de Matilde, la que solo el concretero Reyes sabía que estaría. La que robamos esa noche de Agosto sin que el pudiese encontrarla.. Le hicimos un favor creo, y Reyes decía, lo cagamos”.. Reflexionaba mientras ojeaba el viejo manuscrito.

Meses después Neruda muere de causas naturales y de pena por el golpe..

“Nunca mas vi a Reyes después de ese Septiembre 11, pero el estaba convencido que la dolencia de su “primo” como le llamaba, sufría de cirrosis…” Musita al pasar a la página siguiente.

“Bailaste sola y solo entre asientos vacios a mis lados te miré absorto en tú baile inspirado en la canción de Sting, Te esperé a la salida y el regreso fue corto de la mano a escondidas. Triste, y largo el viaje en bus de regreso a casa.. Pasó el tiempo y aún seguía actuando y aún seguías actuando. “ se leía en letras negras en la página abierta de otro capitulo y otra fecha futura.

Un largo silencio pesaba en el lugar, los libros arrumbados en la vieja librería de barrio, el desorden propio de quien ya no le es importante, la libertad de no esconder los textos prohibidos flotaba en ese ambiente de altas paredes y colores ocres.

Cada cierto tiempo una carta, otras veces un llamado.

El viaje de Mónica a Francia, la despedida del Charlie a las afueras del regimiento, su ida al sur obligada, la separación.

Sus vidas siguieron distintos caminos, el golpe militar cambió todo, su padre se exilió como muchos y los que quedaron vivieron las peripecias del Chile de esos años…

Con el tiempo el olvido fue llegando y nuevos personajes de teatro llenaron los espacios vacios, sus vidas tomaron rumbos diferentes, los estudios, el arte, la Universidad, el exilio…

Nuevos amores, nuevos rostros, cambios físicos, descubrimientos. Nuevos mundos que siendo paralelos fueron también encadenados por pequeños eslabones formados por inmateriales y fugaces recuerdos.

Ahora piensa que en ese tiempo de búsqueda estuvo siempre equivocado, que fue un mentiroso con sus sentimientos, un farsante incapaz de enfrentar sus propios fantasmas. Siguió siendo un mal actor, porque no logró olvidarla. Ahora juega con el espacio-tiempo y la recurrencia de los recuerdos.

La oportunidad vino con esa llamada que no contestó, que un personaje inesperado e inocente aparecería en escena (Su padre). La vanidad lo traicionó. Esa llamada marcó el destino.

Muy tarde, poco antes de la muerte de su padre lo comprendió, dejó de actuar, el dolor fue mayor, hasta hoy se siente arrepentido.

Ahora entiende el porqué de Flor sú hija amada, la hija soñada, la ciudad encantada, Europa y la libertad…

Arrepentimiento es la definición exacta a ese recuerdo forzado que muestran estos escritos casi incomprensibles, de letras apresuradas, de locas y fantasiosas frases que lee el joven de mochila gris, mientras sus dedos pugnan por dar con el teclado y la palabra correcta, que sin embargo sabe que interpretan un rol principal .Deja escurrir una lágrima no forzada. Está en sus genes y en su memoria viva, por no ser el personaje que debió ser.

Hoja 41, Viña del Mar, Verano del 81”

La tienda de la calle Valparaíso, en Viña, a ratos llena de gente, otras semi vacía, los productos de invierno no se venden en verano y jugaba con la moda, vendiendo lo que se vendiese, a sus 23 se sentía triunfador, ganaba dinero, estaba casado con Wanda, una chica de salud quebrantada, pero abnegada dueña de casa, se había enamorado de su fragilidad, de sus ojos verdes y sobre todo de su sumisa actitud frente al matrimonio, “creo que solo quería escapar de un padre abusador y machista,” divaga. Se casaron contra viento y marea, su vida había pasado de un continuo ir y venir, de viajes al extranjero, de trabajos esporádicos y una pasada por un banco, lo que le hizo aventurarse en el matrimonio, ambos necesitaban la distancia de sus hogares, se enamoraron, huyeron de la soledad…Ahora tenían dinero, status, un cómodo departamento cercano, un buen vivir…

La tienda ese día tenía algo especial, estaba el solo atendiendo, las ventas subían y de pronto una figura conocida frente a el, una clienta mas pensó, “una mamá en busca de algún regalo,” seguía pensando, pero al mirar su rostro inconfundible solo atinó a decir “hola” y quedaron mudos.. Estaban frente a frente de nuevo. La conversación no la recuerdan, pudo ser cualquier tontera, que ¿Cómo has estado?, que ¡Que es de tú vida??, etc.. pero sus miradas fueron las que hablaron.. “Pronto nos vemos” dijo al despedirse…

Otro error, nuevamente el destino les jugaba otra mala pasada, el espacio-tiempo, las in coincidencias. Los avatares , el famoso destino..

Hoja 47, Viña del Mar, Un día x de fin del 81”

Risas, un traguito, la mesa dispuesta para el juego de cartas en el depto. De calle Montaña, Wanda de un lado a otro sirviendo las copas, Jimmy el Dr. animoso mirando su juego ganador, el hurgando con sus pies bajo la mesa buscando las piernas de Angela, ella cómplice, inmóvil y sonriente, mas bella que nunca con su quinto mes de embarazo, ganando esa mano del juego y riendo…Wanda no sospecha.

Son un grupo de amigos..

Hoja 52, En casa de Angela, solos.

Una planta de regalo, un motivo inocente.. Luego el abrazo fuerte, el beso deseado, la complicidad, la caricia tierna, piel y piel ansiosa.. Después planificar, aún no es el momento, la espera forzada, la despedida furtiva.

Hoja 53, Un Lugar de Santiago.

El re encuentro, intenso, pasional, pero inocuo, solo planificaron el estar juntos lejos, en Santiago, la capital del ruido, el lugar donde todo es posible e imposible a la vez..Pronto ella debe hacer los exámenes de su futuro parto, el cuando, el como el donde, etc..La oportunidad de estar juntos llegó mágica en las alturas de un depto. Prestado, que importaron los vecinos, que importaron las fechas, que importo el mundo, si por fin todo lo que jamás sucedió, sucede… Una jugarreta mas del espacio-tiempo, del destino.

El regreso solitario, cada uno a sus mundos, con el sabor dulce del éxtasis, del placer de la copula perfecta, del clímax soñado y la ironía de la separación forzada y la mentira obligada.

Después la poesía, la musa preferida, pero el amor imposible.

Hoja 62, Viña del Mar, En el Hostal..

La oscuridad y las altas y deprimentes paredes del hostal, la llegada tardía, el cansancio de casi una semana de mantener el clandestino refugio, habían dejado atrás todo, estaban en “pecado”, huyendo de sus realidades, lo único valido era Flo, pequeña criatura que pronto nacería lejos de su padre, la cobardía aumentaba ante esa realidad, la cordura vino de pronto con un llanto seco, sin lagrimas. Fueron realistas y el un cobarde…Fue su última noche juntos.

Un espacio en blanco largo en el cuadernillo, un par de poesías, otras medio borrosas escrituras, sin duda etílicos escritos..

La voz del anciano de chaqueta a cuadros se escucha en la cuasi penumbra de la librería diciendo amable,

“Ya joven, tengo que cerrar”…”Venga otro día””

Responde con un “Gracias, podría sacar copias del cuaderno, fotocopias quiero decir..??”

Un silencio y la respuesta del anciano : “Si joven, se las tendré, pero debo pagar por ellas, le saldrá caro”, dice mirando el aspecto del joven, de mochila y pelo corto, los ojos verdosos del muchacho brillan al escucharlo, parecen hablar ,agradecido…

“Nos veremos la próxima semana, hasta pronto” dice despidiéndose.

La noche y el tráfico le golpean el rostro al salir de la librería, camina sonriente hacia la parada del autobús H que lo llevará a Playa Ancha.

¡Que historia!! Exclama en voz alta, buscando un cigarrillo en sus bolsillos.

Continuará

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