Etapa Azul

Etapa Azul
Panoramica de muelle viejo

lunes, 8 de noviembre de 2010

Ñague, La caida



Fragmento de Latitud 32°, Ñagué.

La Caída:

La bajada está un poco barrosa en la curva del chivato, el pie derecho ajusta preciso a la hendidura de la roca grisácea de tonos verdosos sin rasgos de algún mineral, el siguiente paso es inseguro , resbala levemente pero su instinto natural de montañés hace que la maniobra resulte cuasi cómica. Retoma la bajada un poco mas holgado esta vez dirigiéndose hacia el Sur, natural camino de la caracolean te bajada a Ñague, un nuevo giro a la derecha y ya siente los aromas del mar, entremezclados con la hierba buena, la humedad de la huella mil veces pisoteada marca el rumbo instintivo. Las Nalcas rozan sus nudillos al sostener la caña DAM, que lleva armada y lista para poner el sedal y la carnada, la impaciencia y la ansiedad mezcladas con el silencio previo a la suave arena de la playa son el preámbulo de un día de pesca.

El cielo azul es la primera imagen al abrir sus ojos, le cuesta parpadear sin sentir un fuerte dolor en la espalda, por momentos entrecierra los ojos y siente que esta en un lugar distinto, no su cama tamaño King ni el césped donde descansa cada cierto tiempo en sus idas de pesca. El dolor se acrecienta y trata de incorporarse, el movimiento lo interrumpe por el dolor y se da cuenta que su mirada al cielo está semi teñida de rojo oscuro, pareciera ser que soñara, sin embargo el dolor que siente en la espalda y ahora agudamente en su muñeca derecha le hace comprender que esta en aprietos.

La oscuridad es total , en su semiinconsciencia trata de moverse, miles de pensamientos pasan sin un rumbo fijo, la casa, el auto estacionado en la carretera, el desayuno a medias lo siente a punto del vomito, ,mueve los dedos en la bota de pesca, se tranquilizo pensando que el fuerte dolor en la espalda no tiene que ver con sui columna, el brazo izquierdo despierta de a poco aplastado por parte de la espalda. De algún modo en la inconsciencia se siento cómodo, las nalcas rozan el rostro produciéndole cosquillas y también un ligero dolor del colgajo de la herida en la frente que casi tapa su ojo izquierdo…El dolor se acrecienta y sale del sueño , se da cuenta de la caída.

“Ahora si que estoy fregado”—Se le escucha murmurar entre quejidos inaudibles, se desdobla, desde el interior mientras sus dientes se clavan en sus labios, reacción instintiva al dolor, Ahora se ve desde arriba, como en panorámica, hace un zoom mental y ve un cuerpo retorcido, grotesco entre la hierba buena y las nalcas, está inmóvil, solo y sin fuerzas. “¿es la muerte? ¿Agonizo?..¿Que onda pasa??. Luego oscuridad.

Pierde la noción del tiempo y el objetivo del paseo de pesca, lucha por su vida.

Las nubes pasan en el cielo azul, lentas de caprichosas formas, ¿strato-cumulos?, o quizás estelas de algún jet ..Se da cuenta que el desmayo es lo mas parecido a morir, que el dolor es vida y que piensa, señal inequívoca, quizás agoniza pero aún está lúcido, “estoy vivo¡¡” grita sin escuchar sonidos, grita y grita y solo se escucha el sonido del mar y de la brisa que mece las nalcas.

Poco a poco el dolor intenso pasa a ser una molestia pesada cercana a los riñones y el coxis, el dolor de la muñeca rota es lo peor y intenta incorporarse, las piernas ya tienen movilidad, saca el brazo izquierdo de su espalda y un intenso dolor en el codo lo hace gritar “Mierdaass¡¡¡”. Esta vez se escucha el grito que retumba en la quebrada hasta que el eco se pierde entre los matorrales. Apoya el codo derecho en el mullido colchón de pasto y la muñeca rota pende crispada hacia abajo, aún sostiene parte del mango de la caña de pescar rota en tres partes, el carrete resistió el golpe pero parece bloqueado

por pasto y tierra al arrastrarse. Se incorpora y queda sentado, mareado aún , ya con la sangre seca sobre las cejas y el bigote. El bolso de pesca esta a un par de metros sobre un arbusto como dejado cuidadosamente colgado, vacio se mece con el viento, es lo único que logra ver antes de caer de espaldas convulso , la oscuridad ahora es total, el dolor desaparece, el cuerpo convulsiona pero el no siente nada, parece dormir inquieto, o soñar una pesadilla oscura sin imágenes, indolora, ausente..Pronto es solo un cuerpo cada vez mas frío, las estrellas comienzan a iluminar la noche sin luna de Ñague.

“Debe haber estado muy buena la pesca o quizás quedó en pana”…Reflexiona intranquila la mujer de cabello largo frente a la TV, “hace rato que debió llegar” y el maldito celular que no contesta..

Nota que las nalcas habituales están cada vez mas altas, piensa que el invierno fue bueno, las hojas anchas le impiden ver el sendero y la playa, giro mi vista hacia arriba y el sendero por el que bajaba no lo encuentro, debe ser la posición , piensa, “lo extraño es que veo muy tupida la vegetación”, ¿Dónde estoy?..¿Este es el infierno o el paraíso?? Divaga como si estuviese en algo parecido a un bosque sureño, distingue boldos y también los típicos troncos blanquecinos y manchados de los quillayes unos metros hacia arriba

No intenta moverse aún, pues siente un fuerte dolor de cabeza, “la experiencia me dice que puedo estar con algún trauma,” reflexiona al recordar la caída de hace años en Portillo, esa vez la “sacó barata”, según la familia .

Las nubes siguen pasando y esta vez se tornan oscuras, amenazantes de lluvia, da la sensación de que el tiempo fuese mas rápido, se reclina y acomoda la cabeza en el mullido pasto y cierra los ojos, esta vez duerme, su cuerpo está tibio a pesar de la noche…Vive.

La mujer inquieta en casa, mira el celular fijamente, hace rato que no recibe llamadas, debe ser mas de las 3 de la mañana, la ciudad está en silencio, los escasos transeúntes caminan , otros automóviles circulan por la avda. principal de vez en cuando, algún ladrido aumenta la tensión, pero nada, el celular está callado y ella sigue inquieta.” Esta no se la perdono” y busca otra señal, una película en el movie, “quizás pueda dormir algo”, y acciona el control, ¿Por qué no me avisaste¡¡? Y una lagrima escurre de su rostro.

“Ese día la pesca fue regular, el David logró pescar un lenguado mediano y para variar yo he sacado uno bonito de casi un kilo entre las rocas del fondo, después al regreso, en el último tiro con mi última armada un pique y la suerte de otro mediano, tiraba mas que el grande que logre en las rocas, linda pesca…”

Una sensación de humedad y luego la lluvia fuerte lo despierta..Estaba soñando.

Todo se hace mas claro a pesar de las nubes negras y la lluvia, esta herido y abandonado, se ha hecho tarde, no puede pararse su muñeca pende adolorida e inútil a su lado, con la mano izquierda acerca una hoja de nalca que hace las veces de paraguas, el traje de goma lo protege pero empieza a sentir frio y hambre, si no logra salir de allí pronto y volver al auto se quedara aislado. Recuerda el celular que lleva en el bolsillo de la camisa, intenta sacarlo con su mano izquierda, lo logra pero no hay señal, ve la hora, son casi las 7 en el celu pero aún está oscuro.. La lluvia sigue y ha logrado de apoco recoger la pierna izquierda, el dolor que siente en la espalda ha disminuido y ya no brota sangre de la frente, asume que será imposible subir los 300 mts hasta el auto. No es la primera vez que se ve obligado a amanecer en un lugar inhóspito y herido, cuando joven subía cerros y me vio varias veces obligado a permanecer en la cordillera en peores condiciones, estaré bien, piensa.. Ojalá que en casa se acuerden y se preocupen .”..Difícil, muchas veces salí y no volvía en un par de dias cuando la pesca estaba buena o la nieve no me dejaba bajar…”, Habla solo, quizás delira.-

El amanecer llega lento entre las nalcas de Ñague, poco a poco las imágenes comienzan a aparecer , la hierba buena cubierta de rocío, el sonido del mar de la marea baja, el frio de la 7,30 acompaña la salida del sol después de la noche de lluvia, el dolor del herido es apenas un recuerdo lejano de esa tarde de terror, cuando la muerte rondó al pescador, ahora el sufrimiento no es físico, es desconcierto, es incertidumbre…Está en Ñague, pero...

¿Esto es realmente Ñagué?...

Continuará..

1 comentario:

Wilma Borchers dijo...

Estimado Amigo:
Gratamente sorprendida ya sabes con tus textos recientes, tal vez una tarde, con una tacita de té podamos comentar estos trabajos.
Felicitaciones y un abrazo azul por supuesto.